Itinerario: Santiago-Oporto-Fátima-Lisboa-Cabo de San Vicente-Lagos-Salobreña
Recorrido total: 1.700 km
Fechas: 24 al 26 de julio de 2017.
Mucho se ha demorado la publicación de este primer viaje, más de un año, debido sobretodo a la apremiante falta de tiempo en estos meses llenos de ocupaciones varias. Pero todo llega, y prometo más celeridad para las siguientes publicaciones.
Nuestro primer viaje arranca en Santiago de Compostela, en Gonzacar s.l., concesionario de Ford para la provincia donde compramos el vehículo. La opción de ir a por él tan lejos se debió, sobre todo, a que era la única unidad en stock de España que reunía todas las características requeridas en cuanto a color, motor y equipamiento, y a la vez, el precio negociado fue realmente bueno. Una vez llegados allí, tras la entrega, nuestro objetivo era estrenar el Mustang recorriendo Portugal de norte a sur, visitando aquellos lugares en los que teníamos especial interés. Disponíamos de pocos días, por lo que la planificación y organización del tiempo fue fundamental en este viaje, pero todo era sencillo por la ilusión del momento. Además, llevábamos mucho tiempo sin poder hacer un viaje los dos solos, siempre con la dificultad tener algún niño pequeño (Marta en esta ocasión tenía 3 años), lo que hacía aún más especial la “escapada”. Cualquier cosa que planificábamos hacía más especial la espera, y por fin el día llegó...
DÍA 23. LLEGADA A SANTIAGO DE COMPOSTELA
Mi hermana Rocío nos acompañó al aeropuerto de Málaga en la tarde del día 23, siempre dispuesta a echar una mano en lo que sea. Con la ilusión de quien hace mucho que no sube a un avión llegamos a Santiago al caer la noche. Allí nos recibió la vieja ciudad envuelta en una habitual bruma que frecuentemente dejaba caer unas gotas. 10 grados menos que las temperaturas a las que estábamos acostumbrados en el sur supusieron una agradable sorpresa que, además, encajaba muy bien con la expectativa que teníamos sobre la lejana Galicia.
El taxi nos dejó en el pequeño hotel Pazos Alba, cerca del casco viejo, muy económico y acogedor, y con muy bonitas vistas a la Catedral de Santiago. Salir de allí a pasear por el centro fue cuestión de minutos. Nos esperaba una ciudad encantadora repleta de sitios pintorescos; calles estrechas, fachadas de piedra, tabernas y baretos donde probar un buen pulpo a la gallega... todo en un ambiente festivo al estar en vísperas del día grande, el día del apóstol.
DÍA 24. NOCHE DE RELAX, VISITA A LA CATEDRAL DE SANTIAGO Y.... ¡AL CONCESIONARIO!
La noche transcurrió veloz (y más prisa teníamos nosotros), entre otras cosas, porque hicimos que fuese corta. El ambiente nocturno invitaba a buscar un buen garito en el que poder tomar una copa tranquilos, y así lo hicimos.
Pasada la noche, al levantarnos lo primero fue acercarnos de nuevo al casco viejo para tomar un desayuno. De nuevo bonitos rincones en las viejas calles y, como colofón, la impresionante Catedral que, por desgracia, no lucía esplendorosa por las obras de rehabilitación de su fachada.
Bonitas fotos, alguna compra de souvenir para la familia, y de vuelta al hotel para tomar el último taxi, el que nos llevaría a las instalaciones de Gonzacar s.l.
Una vez allí lo primero fue ir directos al Mustang, el único que había en el concesionario y al que ya desde lejos le veíamos asomar el morro.... indescriptibles minutos...
La atención recibida en Ford por don Claudio fue exquisita, el cual con cuidadoso detalle nos fue explicando lo básico del coche. No olvidaré, por cierto, la advertencia que me hizo sobre la conducción del Mustang en circunstancias de lluvia.... demasiados caballos para una tracción trasera, jejeje.....
Tras el papeleo protocolario ya sólo quedaba una cosa: subir a bordo y arrancar el imponente motor V8. Alguna vez ya habíamos escuchado este sonido en la calle o en la visita al concesionario, pero ahora era distintio: arrancábamos nuestro Pony con una sonrisilla de tontos... indescriptible...
Tras el conveniente repostaje, planificamos la ruta y nos pusimos en marcha.
TRAMO SANTIAGO-OPORTO-FÁTIMA
Comenzar a degustar kilómetros a bordo del recién estrenado Mustang fue toda una experiencia, intentando conocer las prestaciones de un coche al que sólo nos atrevíamos a pisar el acelerador con extremada cautela. La autovía nos comenzó a preparar un escenario idóneo en el que poder ir tranquilos pero al mismo tiempo desarrollando una adecuada velocidad de crucero, mientras que el paisaje comenzaba a mostrar zonas de indudable belleza.
Tras el almuerzo llegamos a Oporto, apenas con tiempo para buscar alguna bonita zona donde hacer alguna foto y tomar un café, una breve parada en una ciudad que, sin duda, merece una estancia bastante más prolongada. Tras el intervalo mencionado, subimos de nuevo al Pony; sinceramente, se nos hacen cortas las horas al volante... menuda maravilla...
Ya por la tarde llegamos a Fátima enclave muy desarrollado urbanisticamente y que sorprende a quien nunca lo haya visitado y espere un paisaje pintoresco con pueblecitos de pastores repartidos por la comarca: podemos encontrarlos muy cerca, pero concretamente la zona del santuario dispone de imponentes construcciones al servicio del peregrino.
Una vez localizada nuestra zona de pernoctación nos alojamos en el hotel Santa Noite, perfecto en cuanto a confort y servicio, y lo mejor, con un buen parking subterráneo y a tan solo un par de minutos andando del Santuario. Tras dejar el equipaje en la habitación nos dispusimos a dar un paseo por la zona y, antes de la cena, pudimos participar de la famosa procesión de las velas.
DÍA 25. ESTANCIA EN FÁTIMA
La mañana nos mantuvo bien ocupados, en primer lugar, con el recorrido de la zona del Santuario donde había mucho que ver. Pudimos realizar la “ruta del peregrino”, una especie de guía de oraciones a lo largo del santuario que incluía los sacramentos de la confesión y la eucaristía para poder ganar una indulgencia plenaria.
Sin duda fue un día emotivo que incluyó la visita al pueblo de los pastorcillos. Allí pudimos hacernos una buena idea de la pobreza y austeridad de aquel poblado en las fechas de las apariciones, no solo por lo bien conservados que están las casas y mobiliario originales de los protagonistas, sino por la humildad que se percibe hoy en día en los propios habitantes de la zona.
Tras un buen almuerzo nos dispusimos por fin a hacer unos cuantos kilómetros rumbo a la cercana Lisboa.
LLEGADA A LISBOA
Al llegar a Lisboa a media tarde, una vez hospedados, nos dispusimos a pasear por el casco histórico saboreando las pocas horas que teníamos por delante. Las preciosas calles empinadas con el transitado tranvía, la precisa Praça de Comercio y la moderna zona de Praça Europa nos sirvieron de itinerario para hacer unas bonitas fotos y terminar bien el día con una rica cena.
Fugaz estancia en tan bella capital pues al día siguiente nos esperaba nuestro Mustang para regresar a casa.
DÍA 26. DÍA DE REFRESO
TRAMO LISBOA-SAGRES
La salida nostálgica de Lisboa por el poco tiempo saboreando esta ciudad dio paso a la emoción de hacer más kilómetros en dirección a la hermosa zona del Algarve.
Tras los respectivos kilómetros de autovía entramos en las carreteras nacionales y disfrutando del paisaje llegamos al impresionante Cabo de Sagres.
Comer por allí y avanzar hacia Lagos fue otro deleite donde pudimos disfrutar del Mustang descapotado, y la cámara tuvo que emplearse a fondo para retratar tanta belleza. No olvidamos por cierto que en una de las rutas de playa nos cruzamos con otro precioso Mustang Gt rojo que se puso muy contento al vernos...
TRAMO FINAL LAGOS-SALOBREÑA
Ya solo nos restaba el tramo final del viaje donde pronto llegamos a carreteras más conocidas, para acabar llegando a la estancia de veraneo en Salobreña, donde nuestro Mustang estrenó funda protectora y pudo descansar unas cuantas horas hasta el día siguiente...